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¿Por qué sudamos luego de ducharnos?

Algunos tips para disfrutar de una ducha después de correr. www.freepik.com

Especialmente en épocas de calor, algo muy común entre los runners es terminar de entrenar, ir a la ducha y salir de ella sudando. Esto suele deberse a que sometemos a nuestro cuerpo a cambios de temperatura demasiado bruscos, y allí nuestros mecanismos de termorregulación no funcionan del todo bien.

El consejo para evitar esto es entrar a la ducha con el agua algo tibia, a una temperatura parecida a la de tu cuerpo, para ir bajando progresivamente a una temperatura más templada o fría que nos termine aliviando el calor y refrescándonos.

Ten presente que seguir sudando después de la ducha es un indicador de que debes hacer todo este proceso de manera más relajada. Es preciso que lo hagas en un mayor espacio de tiempo, hasta conseguir una reducción de pulsaciones que te permita tener una vuelta a la calma más sosegada y tranquila. Cabe remarcar que está absolutamente probado que quienes se duchan en la media hora después de un entrenamiento se recuperan antes y mejor que quienes lo hacen después de una hora. Pero eso no son los únicos motivos para disfrutar de una ducha después de correr: también elimina los gérmenes y el mal olor que estos provocan. Incluso parte de estos olores y gérmenes lo pueden provocar las reacciones químicas entre nuestro sudor con las cremas, desodorantes o perfumes que utilizamos para nuestro cuerpo, el detergente de la ropa o elementos que están suspendidos en el ambiente y que captamos con mayor facilidad cuando estamos sudando. Además, una ducha nos ayuda a reducir progresivamente el ritmo cardiovascular, al mismo tiempo que produce una necesaria relajación muscular. También tiene un efecto muy desestresante a nivel mental, ya que después de un ejercicio intenso. Bajo la ducha es un buen momento para meditar y prepararnos mejor para lo que queda del día.

Por todo esto ya sabes: tómate con mucha calma y algo de tiempo la ducha luego de tus entrenamientos. Y si sigues sudando luego de ella no sólo tu cuerpo será el responsable, sino también tu cabeza. Baja los ritmos y date los tiempos necesarios para obtener una relajación conveniente.

¿Te duchas apenas terminás tu entrenamiento?